miércoles, octubre 15, 2003
Viejo verde, muy verde...
Definitivamente hoy no fue mi día... Para empezar experimente una especie de torpeza motriz poco frecuente en mi; dejando un folleto, al levantarme me di un fuerte golpe en la cabeza que sentí todo el día, en la clase de Moldería me agaché pare levantar la tijera y me di el ojo en la punta de la mesa, y cuando bajé del colectivo la puerta se me abrió de golpe en la rodilla, dejándome además del moretón, una hermosa mancha negra en mi jean preferido y media suela de alpargata menos...
Cuando estaba por terminar de repartir, se me acerca un auto y un viejo baja la ventanilla y me pregunta dónde quedaba el hospital de San Isidro, muy serio. Me doy vuelta para preguntarle a Lu, y cuando viene, directo a explicarle, vemos que el tipo se estaba haciendo terrible paja, así como si nada... nos dimos vuelta y nos fuimos rápido y el tipo arrancó... Esa imagen repugnante quedó en mi cabeza las siguientes horas, realmente me indignó, qué viejo de mierda!
Me di cuenta que repartir con este calor es insano, que transpiro el doble y se me hinchan los pies y que gracias a Dios temino el viernes...
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Definitivamente hoy no fue mi día... Para empezar experimente una especie de torpeza motriz poco frecuente en mi; dejando un folleto, al levantarme me di un fuerte golpe en la cabeza que sentí todo el día, en la clase de Moldería me agaché pare levantar la tijera y me di el ojo en la punta de la mesa, y cuando bajé del colectivo la puerta se me abrió de golpe en la rodilla, dejándome además del moretón, una hermosa mancha negra en mi jean preferido y media suela de alpargata menos...
Cuando estaba por terminar de repartir, se me acerca un auto y un viejo baja la ventanilla y me pregunta dónde quedaba el hospital de San Isidro, muy serio. Me doy vuelta para preguntarle a Lu, y cuando viene, directo a explicarle, vemos que el tipo se estaba haciendo terrible paja, así como si nada... nos dimos vuelta y nos fuimos rápido y el tipo arrancó... Esa imagen repugnante quedó en mi cabeza las siguientes horas, realmente me indignó, qué viejo de mierda!
Me di cuenta que repartir con este calor es insano, que transpiro el doble y se me hinchan los pies y que gracias a Dios temino el viernes...
