domingo, febrero 22, 2004
Ay qué locura que tengo, el vino me pegó...
Sixteen candles. La agenda de 2000 empieza con una lista de propósitos de año nuevo, todos muy mal redactados por cierto. El último de ellos decía así: "No voy a permitirme en este año (y si es posible en todo este siglo) llorar por un chico. No más bajones causados por un estúpido". Se ve que por esa época estaba empezando a desarrollar mi autoconvencimiento, porque nunca más lloré ni me deprimí por un chico. Ni por nada, casi...
A los 16 años me sobraba confianza en mi misma y autoestima. En otras palabras, me creía mil (re linda, re diva, re inteligente, re todo) y me hacía la canchera a más no poder. Mi vida giraba entorno a las fiestas, boliches, reuniones. Lo único importante era salir los viernes, sábados, domingos y feriados. Quedarme en mi casa un día a la noche ya era la muerte...
Los viernes, almorzábamos y cenábamos en Mc Donald´s, de ahí a Mr Pool (donde ahora es Gitanas) donde veíamos a conocidos, nos hacíamos las que jugabamos al pool, y tomábamos alguna cerveza o Dr Lemon. De ahí a lo de Piqui, a hacer la clásica "terapia de viernes" con las chicas, que generalmente se extendía hasta el amanecer (se ve que teníamos muuuchos problemas graves). Los sábados era Xai-Xai de cabeza o algún que otro boliche, nunca quedarnos sin ir a bailar. Pero donde más nos divertíamos era en las fiestas que se hacían los feriados en El Sublime (boliche de Núñez), sin exagerar, a esas fiestas iba todo San Fernando (razón principal de que nos gusten tanto). Si te gustaba alguien, ahí lo encontrabas sin duda. Con mis compañeras de curso sacábamos micros desde Mc para ir al boliche (la plata que juntábamos iba al fondo común de la fiesta y el viaje de egresados) y no había ni una vez que no explotaran de gente. Incluso grabé un compilado de cumbia villera (auge de Flor de Piedra y Yerba Brava) para dejar en el micro (qué mersa, por Dios)...
La "rutina de boliche" de Cos a los 16, siempre igual... Nos vestíamos tan, pero tan trolas, que ahora veo las fotos y me doy miedo (auge de las musculosas sin espalda y las polleras a la rodilla con medias). Íbamos extremadamente maquilladas. Y con casi nada de abrigo, aunque hiciera 7 grados bajo cero. La noche arrancaba siempre con un Sex On the Beach (mi trago preferido de ese momento) en la barra. Ya no bailábamos tanto como el año pasado, más que nada paseábamos por todo el boliche, saludábamos gente, nos dejábamos chamuyar, las solteras nos tranzábamos a algun que otro muchacho (a más de uno por noche, por lo general) y las que tenían novio se quedaban con ellos en algún rincón o reservado, seguíamos tomando hasta arruinar, alguna que otra vomitaba (¿porqué nos empeñábamos en pedir esos tragos tan blancos?) y de vez en cuando íbamos a donde estaba la pila de camperitas y bailábamos dos pasos... Hacia las 6 nos íbamos siempre a la casa de alguna, y ya en pijama, hacíamos un mate y abríamos galletitas o papas fritas y nos quedábamos comentando lo que pasó en la noche y chusmeando hasta que el sol salía fuerte y teníamos que cerrar las cortinas para poder dormir... hasta las 4 de la tarde (..."chicas, levántense que mañana hay prueba de historia y estamos en bolas"...) y después de almorzar me volvía a casa, con algún buzo prestado encima de la pollera y taconeando por la calle a las 7 de la tarde, dispuesta a bañarme e intentar estudiar...
Lo que más me sorprende es acordarme de mi en esa situación, siempre con un vaso en la mano, completamente arruinada, sin problemas de encarar a alguien si me gustaba, sin problemas en tranzarme a tres del mismo grupo de amigos, o de tener "tranzas" compartidas con todas mis amigas...
Bueno, toda la imagen es muy patética, de más está decirlo... Siempre me "consuelo" pensando que era una pendeja boluda y que esa era nuestra forma de divertirnos. Y que nos divertimos mucho ese año, nadie lo puede negar...
(la agenda del 2000 es de John L. Cook, está repleta de etiquetas de marcas de ropa, tarjetas de boliches, entradas de fiestas, y cartelitos que dicen Costi por todos lados... al finalizarla, hay un rejunte de fotos de "los hombres más lindos del mundo", donde se ve una terrible yunta, que incluye a Joey Mc Intire, Carlos Ponce, Darío Torrens y Pacey, entre otros... Sin palabras...)
Comentarios:
Sixteen candles. La agenda de 2000 empieza con una lista de propósitos de año nuevo, todos muy mal redactados por cierto. El último de ellos decía así: "No voy a permitirme en este año (y si es posible en todo este siglo) llorar por un chico. No más bajones causados por un estúpido". Se ve que por esa época estaba empezando a desarrollar mi autoconvencimiento, porque nunca más lloré ni me deprimí por un chico. Ni por nada, casi...
A los 16 años me sobraba confianza en mi misma y autoestima. En otras palabras, me creía mil (re linda, re diva, re inteligente, re todo) y me hacía la canchera a más no poder. Mi vida giraba entorno a las fiestas, boliches, reuniones. Lo único importante era salir los viernes, sábados, domingos y feriados. Quedarme en mi casa un día a la noche ya era la muerte...
Los viernes, almorzábamos y cenábamos en Mc Donald´s, de ahí a Mr Pool (donde ahora es Gitanas) donde veíamos a conocidos, nos hacíamos las que jugabamos al pool, y tomábamos alguna cerveza o Dr Lemon. De ahí a lo de Piqui, a hacer la clásica "terapia de viernes" con las chicas, que generalmente se extendía hasta el amanecer (se ve que teníamos muuuchos problemas graves). Los sábados era Xai-Xai de cabeza o algún que otro boliche, nunca quedarnos sin ir a bailar. Pero donde más nos divertíamos era en las fiestas que se hacían los feriados en El Sublime (boliche de Núñez), sin exagerar, a esas fiestas iba todo San Fernando (razón principal de que nos gusten tanto). Si te gustaba alguien, ahí lo encontrabas sin duda. Con mis compañeras de curso sacábamos micros desde Mc para ir al boliche (la plata que juntábamos iba al fondo común de la fiesta y el viaje de egresados) y no había ni una vez que no explotaran de gente. Incluso grabé un compilado de cumbia villera (auge de Flor de Piedra y Yerba Brava) para dejar en el micro (qué mersa, por Dios)...
La "rutina de boliche" de Cos a los 16, siempre igual... Nos vestíamos tan, pero tan trolas, que ahora veo las fotos y me doy miedo (auge de las musculosas sin espalda y las polleras a la rodilla con medias). Íbamos extremadamente maquilladas. Y con casi nada de abrigo, aunque hiciera 7 grados bajo cero. La noche arrancaba siempre con un Sex On the Beach (mi trago preferido de ese momento) en la barra. Ya no bailábamos tanto como el año pasado, más que nada paseábamos por todo el boliche, saludábamos gente, nos dejábamos chamuyar, las solteras nos tranzábamos a algun que otro muchacho (a más de uno por noche, por lo general) y las que tenían novio se quedaban con ellos en algún rincón o reservado, seguíamos tomando hasta arruinar, alguna que otra vomitaba (¿porqué nos empeñábamos en pedir esos tragos tan blancos?) y de vez en cuando íbamos a donde estaba la pila de camperitas y bailábamos dos pasos... Hacia las 6 nos íbamos siempre a la casa de alguna, y ya en pijama, hacíamos un mate y abríamos galletitas o papas fritas y nos quedábamos comentando lo que pasó en la noche y chusmeando hasta que el sol salía fuerte y teníamos que cerrar las cortinas para poder dormir... hasta las 4 de la tarde (..."chicas, levántense que mañana hay prueba de historia y estamos en bolas"...) y después de almorzar me volvía a casa, con algún buzo prestado encima de la pollera y taconeando por la calle a las 7 de la tarde, dispuesta a bañarme e intentar estudiar...
Lo que más me sorprende es acordarme de mi en esa situación, siempre con un vaso en la mano, completamente arruinada, sin problemas de encarar a alguien si me gustaba, sin problemas en tranzarme a tres del mismo grupo de amigos, o de tener "tranzas" compartidas con todas mis amigas...
Bueno, toda la imagen es muy patética, de más está decirlo... Siempre me "consuelo" pensando que era una pendeja boluda y que esa era nuestra forma de divertirnos. Y que nos divertimos mucho ese año, nadie lo puede negar...
(la agenda del 2000 es de John L. Cook, está repleta de etiquetas de marcas de ropa, tarjetas de boliches, entradas de fiestas, y cartelitos que dicen Costi por todos lados... al finalizarla, hay un rejunte de fotos de "los hombres más lindos del mundo", donde se ve una terrible yunta, que incluye a Joey Mc Intire, Carlos Ponce, Darío Torrens y Pacey, entre otros... Sin palabras...)